Archivo
Capítulo 10—Progresos de la reforma La misteriosa desaparición de Lutero despertó consternación en toda Alemania, y por todas partes se oían averiguaciones acerca de su paradero. Circulaban los rumores más descabellados y muchos creían que había sido asesinado. Oíanse lamentos, no solo entre sus partidarios declarados, sino también entre millares de personas que aún no…
Read MoreZuinglio había alcanzado ya un conocimiento más claro de las verdades de este y experimentaba mejor en sí mismo su poder regenerador. La caída del hombre y el plan de redención eran los temas en los cuales se espaciaba. “En Adán—decía él—todos somos muertos, hundidos en corrupción y en condenación” (Wylie, lib. 8, cap. 9).…
Read MoreEl mandato fue obedecido; pero el joven no podía sentirse contento por mucho tiempo en su valle natal, y pronto volvió a sus estudios, yéndose a establecer después de algún tiempo en Basilea. En esta ciudad fue donde Zuinglio oyó por primera vez el evangelio de la gracia de Dios. Wittenbach, profesor de idiomas antiguos,…
Read MoreSe le instó nuevamente a someterse al juicio del emperador, pues entonces no tendría nada que temer. “Consiento de veras—dijo—en que el emperador, los príncipes y aun los más humildes cristianos, examinen y juzguen mis libros; pero bajo la condición de que tomarán por norma la Sagrada Escritura. Los hombres no tienen más que someterse…
Read More“Sin embargo—añadió—, soy un simple hombre, y no Dios; por consiguiente me defenderé como lo hizo Jesucristo al decir: ‘Si he hablado mal, dadme testimonio del mal’. […] Os conjuro por el Dios de las misericordias, a vos, serenísimo emperador y a vosotros, ilustres príncipes, y a todos los demás, de alta o baja alcurnia,…
Read MoreEn el camino notaron que siniestros presentimientos embargaban los corazones de cuantos hallaban al paso. En algunos puntos no les mostraron atención alguna. En uno de ellos donde pernoctaron, un sacerdote amigo manifestó sus temores al reformador, enseñándole el retrato de un reformador italiano que había padecido el martirio. A la mañana siguiente se supo…
Read MoreCapítulo 8—Un campeón de la verdad Un nuevo emperador, Carlos V, había ascendido al trono de Alemania, y los emisarios de Roma se apresuraron a presentarle sus plácemes, y procuraron que el monarca emplease su poder contra la Reforma. Por otra parte, el elector de Sajonia, con quien Carlos tenía una gran deuda por su…
Read MoreAl saber que Lutero se había ido, el legado quedó anonadado por la sorpresa y el furor. Había pensado recibir grandes honores por su sabiduría y aplomo al tratar con el perturbador de la iglesia, y ahora quedaban frustradas sus esperanzas. Expresó su enojo en una carta que dirigió a Federico, elector de Sajonia, para…
Read MoreY añadía: “No debo consultar la prudencia humana, sino el consejo de Dios. Si la obra es de Dios, ¿quién la contendrá? Si no lo es ¿quién la adelantará? ¡Ni mi voluntad, ni la de ellos, ni la nuestra, sino la tuya, oh Padre santo, que estás en el cielo!” (ibíd., lib. 3, cap. 6).…
Read More