Testimonios
Testimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 51-59, día 005
El frío formalista comenzó a desaparecer bajo la poderosa influencia del Altísimo. Todos los que habían manifestado oposición hacia mí confesaron que habían afligido al Espíritu Santo con su conducta, y se unieron para simpatizar conmigo y para manifestar su amor por el Salvador. Mi corazón rebosaba de gozo porque la misericordia divina había allanado…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 42-50, día 004
Por ese tiempo los adventistas llevaban a cabo reuniones en el Beethoven Hall. Mi padre y su familia asistían regularmente a ellas. Se pensaba que la segunda venida de Cristo ocurriría en el año 1843. Parecía tan corto el tiempo en que se pudieran salvar las almas, que resolví hacer todo lo que fuera posible…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 33-41, día 003
Poco después de éste, tuve otro sueño. Me parecía estar sentada en un estado de absoluta zozobra, con la cabeza entre las manos, mientras me hacía la siguiente reflexión: si Jesús estuviera aquí en la tierra, iría a su encuentro, me arrojaría a sus pies y le contaría todos mis sufrimientos. El no se alejaría…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 24-32, día 002
Al aproximarnos a nuestro hogar situado en la ciudad de Portland, pasamos junto a hombres que trabajaban en la calle. Conversaban acerca de temas comunes, pero yo tenía los oídos cerrados a todo lo que no fuera alabanza a Dios, por lo que escuché sus palabras como gratas expresiones de agradecimiento y gozosos hosannas. Volviéndome…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 15-23, día 001
Mi infancia Nací en la localidad de Gorham, Maine (Estados Unidos), el 26 de noviembre de 1827. Mis padres, Roberto y Eunice Harmon, habían vivido durante muchos años en el Estado de Maine. En los años de su juventud llegaron a ser miembros fervientes y piadosos de la Iglesia Metodista Episcopal. Se destacaron en su…
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