Testimonios para la Iglesia, Vol. 8, p. 96-105, día 423

Que el Señor ayude a su pueblo a ver que esto no es sabio y que se pierde mucho más de lo que se gana. Si no se hubiera acumulado tanta maquinaria y mano de obra en un solo lugar mientras otros rincones de la viña carecían de instalaciones; si se hubiese gastado más dinero en levantar fábricas en diferentes lugares, se habría agradado más a Dios. No ha sido la ambición santificada lo que ha llevado a la inversión de tanto dinero en un solo lugar. Nuestros hermanos se equivocan al sostener tantas imprentas para imprimir un material meramente secular. Nos estamos acercando rápidamente al fin. La publicación y circulación de libros y periódicos que contienen la verdad para este tiempo ha de ser nuestro trabajo. 

Ha habido un descuido notable de las precauciones y advertencias que han sido dadas de vez en cuando. Cuando se busque al Señor y haya confesión de pecado, cuando la reforma necesaria se realice, entonces se obrará en unión con celo y fervor para restituir lo que se había retenido. El Señor manifestará su amor perdonador, y los recursos necesarios para cancelar las deudas de nuestras instituciones serán provistos. 

-97-

Una advertencia solemne

A los gerentes de la Review and Herald*

Estimados hermanos,

El designio de Dios para el establecimiento de la casa publicadora en Battle Creek fue que de ella brillara luz como de una lámpara ardiente. Este hecho se ha mantenido presente ante los gerentes. Vez tras vez se les ha hablado acerca de la santidad del cometido divino de las publicaciones y la importancia de mantenerlo puro. Pero ellos han perdido el verdadero entendimiento y se han unido a las fuerzas del enemigo al dar su consentimiento a la publicación de periódicos y libros que contienen los errores más peligrosos que puedan producirse. No han logrado darse cuenta de las influencias nocivas de estos pensamientos erróneos sobre los tipógrafos, correctores de pruebas y todos los demás que se ocupan en la publicación de semejante material. Están adormecidos. 

Por medio de algunos de los materiales ajenos que han sido introducidos en esta institución, la mente de estos obreros ha sido expuesta a la ciencia de Satanás. La publicación de tal material es una afrenta para Dios. Ha contribuido a la degradación de la mente de los obreros. Los gerentes han estado de acuerdo en publicarlo a bajo costo. La ganancia habría sido pérdida aun si se hubiera cobrado el precio más elevado por él. 

He recibido una carta del pastor Daniells concerniente a la añadidura de otro edificio a las oficinas de la Review and Herald. Mi respuesta a este pedido es: No, no, no. En lugar de añadir más a los edificios existentes, limpiad las oficinas de la hojarasca de origen satánico, y el espacio aumentará. 

El estado de aglomeración en Battle Creek es algo que no agrada a Dios. Si los trabajadores se esparcieran y se construyesen instalaciones en otros lugares, se agradaría más a Dios, y el estandarte de la verdad podría ser implantado en regiones que nunca han oído el mensaje. Antes de añadir otro edificio a las oficinas en Battle Creek, haced una restitución completa al campo sureño. Esto no se ha hecho como es necesario. Cada paso ha sido forzado. 

-98-

Los cinco mil dólares que se usarían para expandir los edificios de la Review and Herald deberían invertirse ahora en la obra en otros lugares donde el evangelio de la verdad todavía no se ha predicado. 

Siento terror en mi alma cuando veo la situación crítica a la cual hemos llegado. Las imprentas en la institución del Señor han estado imprimiendo las teorías del romanismo y de otros misterios de iniquidad que corrompen el alma. Las oficinas deben ser purificadas, eliminando este material indeseable. Tengo un testimonio del Señor para los que han entregado este material en manos de los trabajadores. Dios os considera responsables por presentarles a hombres y mujeres jóvenes el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal. ¿Será posible que no tengáis un conocimiento de las advertencias dadas a la Pacific Press al respecto? ¿Será posible que, teniendo un conocimiento de ellas, estéis recorriendo el mismo camino, excepto que vais de mal en peor? Se os ha indicado repetidas veces que los ángeles del Señor visitan cada cuarto de las oficinas. ¿Qué impresión ha dejado esto en vuestra mente? 

Habéis puesto material que contiene los sofismas de Satanás en manos de los obreros, presentando ante su mente principios engañosos y contaminadores. El Señor considera esta acción de vuestra parte como una ayuda prestada a Satanás en su obra de preparar trampas para cautivar almas. El no dará por inocente a aquellos que han hecho tal cosa. Tiene juicio contra los gerentes de la casa publicadora. Yo casi ni he querido abrir la Review [Revista Adventista], por temor a leer que Dios ha purificado la casa publicadora por medio de un incendio. 

-99-

La instrucción que el Señor me ha dado para los que no alcanzan a darse cuenta de su iniquidad al cooperar con Satanás en la publicación de falsedades, es que sería mejor que buscaran otra clase de trabajo que no arruine a nuestra juventud en cuerpo y alma. Existe el peligro de que el estandarte de justicia y verdad sea rebajado de tal manera que Dios haga caer sus juicios sobre los malhechores. 

Ya es tiempo de que entendamos cuál es el espíritu que por años ha estado controlando los asuntos en las oficinas de la Review and Herald. Me aterra pensar que el aspecto más sutil del espiritismo haya sido colocado ante los trabajadores, y esto con la intención de desconcertar y confundir sus mentes. Podéis estar seguros de que Satanás sabrá aprovechar la oportunidad que se le ha brindado. 

Las oficinas de la Review and Herald han sido profanadas de la misma manera que lo fue el templo, sólo que el resultado es diez veces más desastroso. Volcando las mesas de los cambistas, Cristo sacó las ovejas y las reses de los recintos del templo, diciendo: “Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”. Mateo 21:13. Todavía peor que la profanación del templo ha sido la profanación de la casa publicadora por medio de la publicación de material que nunca debió haberse puesto en las manos de los trabajadores de esta institución de Dios. 

La ley de Dios ha sido quebrantada, su causa traicionada, y su institución convertida en una cueva de ladrones. La obra de imprimir y circular conmovedoras apelaciones en favor de la verdad, que debió haber ocupado el primer lugar y a la cual se debió haber dedicado el tiempo y talento de los trabajadores, ha recibido poca o ninguna atención. El trabajo comercial, parte del cual era de naturaleza de lo más detestable, gradualmente ha adquirido la preponderancia. Este trabajo ha consumido las fuerzas que debieron haberse dedicado a la publicación de literatura de la más pura calidad y de la clase más elevada. Se ha perdido tiempo, se ha desperdiciado talento y malversado dinero. La obra que debió haber sido hecha ha quedado sin hacerse. Se han exaltado los sofismas de Satanás. Sus teorías han sido impresas por prensas que debieron haberse usado para preparar y circular la verdad de Dios. Los hombres han codiciado el ascenso cuando sus principios estaban bajo la censura del desagrado de Dios. La pérdida es infinitamente mejor que la ganancia deshonesta. 

-100-

Oh, ¿qué hará Dios con los contemporizadores? ¿Acaso pensáis que Jesús podría estar presente en nuestro establecimiento de imprenta para obrar en mentes humanas por intermedio de sus ángeles ministradores, con el propósito de hacer que la verdad que sale de la imprenta sea un poder para advertir al mundo que el fin de todas las cosas se acerca, a la misma vez que se le permite a Satanás pervertir las mentes de los empleados dentro de la misma institución? La luz que tengo es esta: Rehusad imprimir ni un renglón más de este material perjudicial. Es preciso que los que han tenido que ver con la introducción de este material dentro de la institución se arrepientan ante Dios con tristeza de alma, porque se ha encendido su furor sobre ellos. Que este tipo de trabajo quede para siempre excluido de nuestras casas publicadoras. Dedicad más tiempo a la publicación y circulación de libros que contengan la verdad presente. Haced que vuestra obra en este sentido alcance la perfección. Haced todo lo que esté a vuestro alcance para difundir por todo el mundo la verdad de lo alto. 

Los aprendices y otros trabajadores no deberían sentirse tan apresurados y apremiados que no tengan tiempo de orar. La juventud en nuestras casas publicadoras debe ser educada tal como lo fue la juventud en las escuelas de los profetas. Ha de prepararse a la juventud para asumir el cargo de la obra en nuevos campos. 

Si los hombres que oyeron el mensaje dado en ocasión de la Conferencia -el más solemne que pudiera darse- no habrían sido tan insensibles, si con sinceridad hubiesen preguntado: “Señor, ¿qué quieres que haga?” La experiencia del pasado año habría sido muy distinta de lo que ha sido. Pero no han hecho enmiendas. No han confesado sus errores, y ahora, en muchos sentidos, están recorriendo el mismo camino, siguiendo el mismo rumbo equivocado, porque han dañado su vista espiritual. 

-101-

El mensaje del tercer ángel ha de preparar a un pueblo para estar en pie en estos días peligrosos. Ha de ser proclamado en alta voz y ha de realizar una obra que pocos entienden. 

Juan escribió: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo en alta voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”. Apocalipsis 14:6-8. ¿Cómo se logra esto? Obligando a los hombres a aceptar un falso sábado. En el capítulo treinta y uno de Éxodo se nos dice claramente cuál es el día del Señor. La observancia del sábado ha sido declarada como la señal de lealtad del pueblo de Dios. 

Dios quiere decir exactamente lo que dice. El hombre se ha interpuesto entre Dios y el pueblo, y el Señor ha enviado al tercer ángel con el mensaje: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”. Apocalipsis 14:9, 10. 

El pueblo de Dios ha de guardar sus mandamientos, poniendo a un lado toda política mundanal. Habiendo adoptado los principios de un correcto proceder, han de reverenciar estos principios porque son de origen celestial. La obediencia a Dios os es de más valor que el oro o la plata. Sujetándonos al yugo con Cristo, aprendiendo su mansedumbre y humildad, acortaremos muchos conflictos, porque cuando el enemigo se apresure cual río sobre nosotros, el Espíritu de Dios alzará un pendón contra él. 

-102-

Me dirijo a los que al aceptar puestos de confianza en la casa publicadora llevan sobre sus hombros la responsabilidad de ver que los trabajadores reciban una educación correcta. Procurad daros cuenta de la importancia de vuestra obra. Aquellos que demuestran por sus acciones que no hacen ningún esfuerzo para distinguir entre lo sagrado y lo profano han de saber que, a menos que se arrepientan, los juicios de Dios caerán sobre ellos. Estos juicios podrán dilatarse, pero vendrán. Si debido a que vuestras propias mentes no están despejadas ni ennoblecidas predisponéis otras mentes hacia el mal, Dios os pedirá que rindáis cuenta. Él preguntará: “¿Por qué hicisteis la obra del diablo cuando debisteis haber estado haciendo una buena obra para el Maestro?” 

En el gran día del ajuste final de cuentas, el siervo infiel se enfrentará con el resultado de su infidelidad. 

Os envío esto [este mensaje] porque temo por vosotros. El incrementado cuerpo de obreros podría mejor enviarse a trabajar a otros lugares. Durante las horas de la noche, he estado hablando fervientemente con vosotros en vuestras reuniones, presentándoos la verdad tal cual es en Jesús. Pero algunos la rechazaron. Se habían colocado fuera del alcance de la convicción. Ahogando la conciencia, pecaron contra una gran luz y conocimiento, a tal punto que ella ya no pudo penetrar en sus corazones endurecidos. 

Algunos han sacrificado sus principios por tan largo tiempo que son incapaces de percibir la diferencia entre lo sagrado y lo profano. Los que rehúsan hacer caso de la instrucción del Señor con seguridad seguirán por un camino que desciende a la ruina. El día de la prueba y tribulación está cerca. Que cada hombre proclame su lealtad ante los hombres y la hueste angelical. Tenemos seguridad sólo cuando estamos dedicados a la verdad. Entonces el mundo sabrá dónde estaremos parados en el día de la prueba y tribulación. 

-103-

Si la obra que se inició en la Asociación General se hubiera llevado a cabo a la perfección, yo no me sentiría obligada a escribir estas palabras. Hubo oportunidad de confesar o negar el mal, y en muchos casos la negación vino para evitar las consecuencias de la confesión. 

A menos que haya una reforma, vendrá la calamidad sobre la casa publicadora, y el mundo sabrá por qué. Se me ha mostrado que no ha habido un retorno hacia Dios con toda sinceridad de corazón. El Señor es deshonrado en nuestras instituciones que fueron establecidas en honor de él. Esta grave indiferencia hacia los mandamientos de Dios en la casa publicadora ha dejado su impresión en los trabajadores. Dios pregunta: “¿No os juzgaré por causa de esto?” Vi a ángeles del cielo retirándose con rostros apenados. Dios ha sido burlado por vuestra dureza de corazón, que aumenta cada vez más. Conforme a su responsabilidad será el castigo de aquellos que conocen la verdad y que, sin embargo, hacen caso omiso de los mandatos de Dios. 

-104-

El incendio de la Review and Herald

Santa Helena, California,

5 de enero de 1903,

A los hermanos de Battle Creek

Hoy recibí una carta del pastor Daniells concerniente a la destrucción por fuego de las oficinas de la Review and Herald. Me siento muy triste al considerar la gran pérdida que esto significa para la causa de Dios. Estoy segura de que este tiempo es muy difícil para los hermanos encargados de la obra y los empleados en las oficinas. Sufro juntamente con todos los que sufren. Pero no me sorprendió la mala noticia porque en visiones de la noche he visto un ángel que estaba con una espada de fuego extendida sobre Battle Creek. En una ocasión, siendo de día, mientras tenía mi pluma en mano, perdí el conocimiento, y parecía como si esta espada de fuego se estuviera moviendo primero en una dirección y luego en otra. Parecía que caía un desastre tras otro por haber sido Dios deshonrado por los designios de hombres que procuraban exaltarse y glorificarse ellos mismos. 

Esta mañana me sentí constreñida a orar fervientemente para que el Señor moviera a todos los que están conectados con las oficinas de la Review and Herald a examinarse diligentemente para que vean en qué forma han descuidado los mensajes que Dios les ha dado con frecuencia. 

Hace algún tiempo los hermanos de las oficinas de la Review and Herald me pidieron consejo sobre la erección de otro edificio. En aquella ocasión contesté que si a los que estaban en favor de añadir otro edificio a las oficinas de la Review and Herald se les hubiera podido trazar un mapa del futuro, si hubieran podido ver lo que habría de acontecer en Battle Creek, no habrían tenido nada que preguntar respecto a la construcción de otro edificio allí. Dios dijo: “Mi palabra ha sido despreciada; y a ruina, a ruina lo reduciré”. 

-105-

En el congreso de la Asociación General que se llevó a cabo en 1901, en Battle Creek, el Señor dio testimonio a su pueblo en favor de una reforma. Hubo convicción y fueron tocados los corazones, pero no se llevó a cabo una obra profunda. Si los corazones endurecidos se hubieran quebrantado en arrepentimiento ante Dios, habríamos visto una de las más grandes manifestaciones del poder de Dios que jamás se haya visto. Pero Dios no fue honrado. No se hizo caso a los testimonios de su Espíritu. Los hombres no se apartaron de las prácticas que estaban en oposición directa a los principios de la verdad y la justicia, que siempre deben ser sostenidos en la obra del Señor. 

Los mensajes dirigidos a las iglesias de Éfeso y Sardis me han sido repetidos con frecuencia por Aquel que me da instrucción para su pueblo: “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Apocalipsis 2:1-5. 

“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído: y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Apocalipsis 3:1-3. 

Posted in

admin