Testimonios
Testimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 141-149, día 015
Pero eso no es todo. Falta el amor que debiera existir entre los hermanos. “¿Soy yo guarda de mi hermano?” es lo que algunos han dicho. En los corazones de los hermanos ha habido un espíritu de egoísmo y codicia. En lugar de buscar los intereses de los hermanos y en lugar de ocuparse de…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 132-140, día 014
Vi que Dios no acepta una obra tibia al respecto. Quiere todo el corazón y el interés, o nada. Su influencia se ejerce decidida e inequívocamente en favor de la verdad o contra ella. Recogen con Jesús o dispersan. Una esposa no santificada es la mayor maldición que pueda tener un ministro. Aquellos siervos de…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 123-131, día 013
Luego, me fueron señalados los años 1843 y 1844. Reinaba entonces un espíritu de consagración ahora ausente. ¿Qué le ha sucedido al pueblo que profesa ser el pueblo peculiar de Dios? Vi la conformidad con el mundo, la falta de voluntad para sufrir por la verdad y notable rebeldía ante la voluntad de Dios. Me…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 114-122, día 012
Vi que era necesario hacer esfuerzos definidos para mostrar a los que llevan una vida impía el daño que están haciendo, y si no se reforman, debieran ser separados de los rectos y santos, para que Dios tenga un pueblo limpio y puro en el que se pueda complacer. No deshonréis a Dios vinculando o…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 105-113, día 011
“Me ha parecido cosa dura el que mis motivos hayan sido mal juzgados, y que mis mejores esfuerzos por ayudar, animar y fortalecer a mis hermanos se hayan vuelto contra mí una vez tras otra. Pero debiera haber recordado a Jesús y sus frustraciones. Su alma fue afligida porque no fue apreciado por la gente…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 96-104, día 010
Esos fueron días de tristeza. Pensaba en mis tres hijitos y temía que pronto quedaran sin padre. Sin querer surgían en mi mente pensamientos como: Mi esposo se muere por exceso de trabajo en la causa de la verdad presente. ¿Y quién sabe todo lo que ha sufrido, las cargas que ha llevado durante años,…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 87-95, día 009
Publicando y viajando En junio de 1849, se nos presentó la oportunidad de establecer nuestro hogar temporalmente en Rocky Hill, Connecticut. El 28 de julio nació en este lugar nuestro segundo hijo, Jaime Edson. Mientras vivíamos allí, mi esposo tuvo la impresión de que era su deber escribir y publicar acerca de la verdad presente.…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 78-86, día 008
Nuestro Maestro conoció el dolor y la aflicción, y los que sufran con él reinarán con él. Cuando el Señor se le apareció a Saulo en ocasión de su conversión, no se propuso mostrarle todo el bien de que podría disfrutar, sino los grandes sufrimientos que tendría que padecer en su nombre. El sufrimiento ha…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 69-77, día 007
Visión de la Tierra Nueva* Encabezados por Jesús, todos descendimos desde la ciudad hacia esta tierra, sobre un monte muy grande, que no pudo soportar a Jesús y se partió dando lugar a una enorme llanura. Luego miramos hacia arriba y vimos la gran ciudad, con doce fundamentos y con doce puertas, tres de cada…
Read MoreTestimonios para la Iglesia, Vol. 1, p. 60-68, día 006
Nuestro chasco no fue tan grande como el de los discípulos. Cuando el Hijo del hombre entró triunfante en Jerusalén, ellos esperaban que fuera coronado rey. La gente vino de todas partes y exclamaba: “¡Hosanna al Hijo de David!” (Mateo 21:9). Y cuando los sacerdotes y ancianos le pidieron a Jesús que hiciera callar a…
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